domingo, 8 de noviembre de 2009

Un día (de tantos)

Mi vida ultimamente es bastante homogénea aunque traté de improvisar en el orden de los factores, la cosa en realidad no cambia mucho. Me levanto, pronto, bajo al can, paseamos por la manzana, pis, caca, pis, jugamos un rato con la pelota, pis, subimos, desayunamos los tres, los humanos nos duchamos, leo, leo y leo, antropología, sociología, semiótica, mucha semiótica, muchos nombres: Thompson, Levi-Strauss, Beck, Castells, Perec, Borges, Peirce, Saussere... No recuerdo lo que dice cada uno y se me tensa un hombro. No me ha dado tiempo a leer más. Y se me tensa el otro. También estudio teoría del feminisimo. Y francés. Hgo una lista de todo lo pendiente y otra con lo hecho y la tacho. También recuerdo lo que falta en la nevera y lo pongo en la lista. En otra. Corro fugaz a la tienda de abajo porque no hay leche (o huevos, o carne, o tomate). Hago la cama, pongo una lavadora y/o lavavajillas. Otto quiere jugar y le tengo que ignorar. Como corriendo. Me marcho a clase. Dos horas y media de clase. Descanso breve. Dos horas y media de clase. Para casa. Agotada en el metro leyendo. No me entero de nada y se me tensa el cuello. Si hoy es lunes, me toca bajar otra vez al can. Gracias al cielo el moreno llego antes. Preparo la cena, nada de delicatessen. Hoy toca tortilla o pescado o pizza. Me siento y miramos catatónicos la televisión, una serie, Rockeffeller Plaza, nos reimos, me relajo. A la cama. Sueño con lo que me queda por leer y se convierten en pesadillas donde Levi-Strauss me ataca con un muslo de pollo cocido y una alita frita. Sobresaltada me despierto entre sudores, sólo quedan cinco minutos para que suene el despertador. Mierda.

2 comentarios:

La abajo firmante dijo...

Qué identificada me siento... Lo peor es cuando te pones a leer a Sherlock Holmes para ver si descansas un poco la mollera y luego se te ocurre intercalar el artículo de Castañares, y hacen referencia a Holmes.
Odio la semiótica. Con una fuerza que no sabía que tenía :P

Anónimo dijo...

Da miedo que Levi-Strauss te ataque sabiendo que está muerto...
Igual debería de ponerme a estudiar yo también y seguir tu ejemplo, ahora que estoy en el paro..
Pero qué pereza!!
Un saludo.
La morena.