Cómo pasar una tarde entre amigos o Taller de Repostería en la Cocina de
las Maravillas
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Parece que merendar es de niños. ¡Pues no! Merendar es de todos los que les
suenan las tripas a partir de las 17 de la tarde. Y eso reivindicamos en el
últ...
domingo, 22 de noviembre de 2009
Micromachismos
Que me esté poniendo al día de teorías feministas ultimamente (ya que la tesis la quiero hacer sobre un tema de género, tiene su lógica) al moreno le tiene frito ultimamente. Es verdad que la conciencia es conciencia de algo y en este caso nos lo estamos tomando muy en serio. Me dió la razón cuando le dije que no se puede ser un hombre progresista para luego caer en las pequeñas trampas machistas que por pura tradición nos las hemos terminado de creer todos, hombres y mujeres. Así que por esa razón le traigo loco con los micromachismos: esas pequeñas acciones que, casi sin darse cuenta, le hacen ser machista sin querer, ya por costumbre más que por convicción. Criado en un hogar donde la madre es la machista, reconozco la labor ha sido dura en ocasiones, pero que la cosa ha ido a mejor. Y ahora solo nos queda limar los micro. La más dura está siendo la de eliminar el hecho de que él "ayude" en casa, cuando estando los dos en igualdad de condiciones laborales (en este caso estudiantiles), siga habiendo una desproporción entre el tiempo que gasto yo en quehaceres domésticos y el que gasta él. El que se queje cuando no hay pan de molde o que no tiene calcetines limpios, me saca de quicio. Ahora se da cuenta y se calla. Es cierto que todavía no baja a comprar por si solo el pan o pone la lavadora, pero al menos se aguanta porque está de acuerdo en que los micromachismos todavía son una lacra en esta sociedad que lejos de ser igualitaria, en muchos hogares todavía falta trabajo. Reconozco que me encanta que se lo tome en serio también y no tener que descubrir a un sexista por marido es un alivio, porque conozco algún caso que con menos de 40 años, da miedo. Muchas veces con la excusa de "tú lo haces mejor" nos creemos un piropo donde no lo hay y picamos. Aunque en mi caso reconozco que el tema de las comidas, después de que me hiciera unos hot dogs deconstruidos con mojo picón, es más el estómago y no el feminismo el que me obliga a no dejarle hacer demasiado en la cocina.
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1 comentario:
(jejejeje)
me parto contigo,
me encanta tu rollo..
tuya
l.
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