martes, 23 de octubre de 2007

De esos... el mundo está lleno

Mi moreno y yo estamos enganchadísimos a la serie Héroes. Me diréis que voy con un poco de retraso puesto que ya terminó la temporada en la televisión, pero es que nosotros llevamos otro ritmo, preferiblemente sin anuncios. Además es una gozada tener en tu poder todos los capítulos juntos y hacer esfuerzos sobrehumanos para no caer en la tentación de verlos todos de seguidillo.

Lo dicho. ¿Por qué nos gustarán tanto los héroes? Esas personas que bajo apariencias corrientes y trajes baratos esconden un superpoder, atraen la atención de los humanos vulgares sin mayor poder que el de poner un lavadora, hacer la cena y seguir la conversación de tu pareja a la vez.

Si, si... muchos me dirán que “todos tenemos un poder en el interior” y chorradas varias pero yo me refiero a tener un SUPERPODER.

En ocasiones me confundo y creo que poseo el don de la invisibilidad, porque paso tan desapercibida para algunos que creo que realmente no me ven. Pero no es voluntario así que no cuenta.

Mi moreno dice que poseo el poder del calor porque irradio tanto que parezco una estufa, pero tampoco lo controlo, así que tampoco cuenta. De hecho, funciona mal mi termostato porque siempre tengo frío.

Las mujeres aunque en ocasiones parezcamos Superwoman, es un simple espejismo que se agota un día cuando ya no puedes con tu alma y te derrumbas en el sofá sin poder moverte o cuando pasas a convertirte en la Increíble Hulka porque alguien en el trabajo se ha colado en la máquina de café.

Mi héroe favorito siempre ha sido Spiderman (ese q no tiene cara de Tobey). Pero tampoco me gustaría tener un poder que conllevara tanta responsabilidad. Y las mallas no me sientan tan bien.

Si me dieran a elegir, tendría serias dificultades por decantarme por uno. Quizás el que me parece más útil sea el de controlar el tiempo (al fin podría dormir y parecer puntual a la vez!!!). Pero es cosa difícil lo de elegir, aunque la mayoría de Superhéroes no tiene opciones: les pica un insecto o les irradian mientras están en un solar de pruebas nucleares (¿quién no ha estado ahí alguna vez?).

Mientras espero a que un insecto me pique, un parásito extraterrestre me invada o unas ondas hercianas me afecten... Seguiré a lo mío, que no es poco.


jueves, 11 de octubre de 2007

Ella y Él

Parecemos una Barbie (versión pocket o quizás más a Chavel pero no recuerdo si tenía novio -y era más fea-asi que...) y Ken: una rubita y un moreno con un montón de accesorios (no incluye coche), apartamento amueblado y una agenda apretada. No se cómo nos hemos convertido en “La pareja actividades”.

En nuestra vida fuera de las cajas, tenemos armarios llenos de ropa y varios modelos:
Para la oficina (incluye zapatos de tacón y de cordones)
Para ir al gimnasio (incluye ropa deportiva y botellita de Aquarius)
Para ir a la clase de inglés (incluye libros de texto)
Para el tiempo libre o “casual” (incluye ropa sport o “casual”)

¿Cuál será la próxima actividad?
Vota:
a) Clases de salsa y tango
b) Clases de cocina
c) Clases de marquetería

Yo sin duda VOTO POR LA B!!!!!!!!!!
Feliz puente!!!!!!

miércoles, 10 de octubre de 2007

Kiss me stupid

Aunque no es la primera vez que hablo de él (soy una reincidente), he decidido homenajear hoy a la forma de expresión más golosa que conozco: el beso.

¿Cuántas veces hemos deseado que los dos protagonistas de una película se den finalmente un beso?
Algo tan natural como el acto de tocar a una persona con los labios ha sido y será tema recurrente para un sinfín de creaciones y el final (o principio) de un millón de historias.
Eliminando la connotación machista de los cuentos tradicionales, en el que si no fuera por el hombre las pobres Blancanieves y la Bella Durmiente seguirían dormidas cual ceporros, reconozcamos que todos los besos tiene algo de despertar. Una de las cosas que más me gustan de mi moreno es que todos los días me despierta con un beso. Hoy me he sorprendido dándome cuenta de este hecho porque al estar un poco catatónica a esas horas, no sé si todavía sueño. Cada mañana a las 7, me gira, me susurra un “buenos días” y me besa. En ese instante le amo con locura, para a continuación odiarle porque no entiendo como puede hacer tanto ruido al prepararse un tazón de cereales y porque me insiste en que me levante cada cinco minutos, ¡cómo si no hubiera oído su ritual matutino!

Pero se lo perdono por el beso. Y es que un beso lo puede arreglar casi todo. Otros en cambio lo estropean, como el beso de Judas. Pero en regla general, el significado que les damos a esos roces nada tiene que ver con el que delató a Cristo. Casi todas las historias de amor empiezan con un beso; casi todas las películas tienen un beso; casi todos los artistas han recreado uno:


Yo que soy muy besucona me gustan todos los tipos de beso, incluido el de gominola y me gustaría practicar más el beso de los esquimales y los gnomos (nariz con nariz) y el de las mariposas (pestañas con pestañas). Porque... sinceramente ¿qué hay mejor que un beso? (y no vale el chocolate!!!!!)
Muac!!!!

viernes, 5 de octubre de 2007

Mudando la piel

Ha costado un poco pero por fin ya estamos instalados en el nuevo pisito. Y no me canso de mirarlo! Es tan bonito!

Parecía que nada iba a entrar. Porque aunque parezca mentira lo que se puede acumular en 25 años es increíble (y eso q mis padres todavía almacenan esas cosas tan necesarias como: peluches, libros infantiles, apuntes de universidad...). Pero yo hago magia con mis manos y aunque me cuesta algo más que mover la nariz o chasquear los dedos, todo ha tomado forma y parece una casa de verdad y todo.

Aunque todo es un gasto continuo puesto que no había nada (o poco), le debemos grandes favores a los padres de las criaturas ya que sin ellos no veríamos la tele, no dormiríamos y nos moriríamos de frío.

Mi moreno empezó a hiperventilar cuando le enseñé los juegos de cama, las toallas y las cortinas. Vi que se le hinchaba la vena del cuello cuando le enseñé esos boles tan bonitos que compre y por poco se desmaya cuando le dije que quiero un lavavajillas. En sueños, el pobre susurra desesperadamente: “¡La paga de navidad! ¡La paga de navidad!”

Mientras tanto yo no me canso de mirar lo bien que esta quedando todo y lo bonita que está la nevera toda llena de comida rica rica. Me siento desconectada del mundo porque no me puedo conctar a internet, ni llamr por teléfono. Me siento desconocida porque todavía no pone mi nombre en el buzón y recibo cartas como si fuera una tal Josefa.

PD: Se hace un poco raro no encontrarme con sila en el salón, a far en la cocina, a la pequeña martina gritando mi nombre y a mi amiga del alma sentada en mi cama cotilleando y criticando a los hombres de su vida. Se hace raro el silencio, se echa en falta la locura en los días con demasiada calma.