sábado, 3 de abril de 2010

Y los días pasan

Se que en mi situación actual hablar de días de fiesta o de vacaciones resulta un poco absurdo pero voy a hacerlo. El mero hecho de no tener clase son vacaciones. Pero por lo demás... nada de nada. La única diferencia con el resto de semanas es que esta la sociedad en general, ya de por si lenta, va tan lenta que se para. Y eso se nota. Porque por fuerza te paras tú también. Y el tiempo de fiesta parece que cunde menos y la lista de cosas por hacer en vez de bajar, aumenta. Y las tareas se acumulan una tras otras, amontanadas como mi montaña de ropa para planchar. Reconozco que para ciertas cosas no me va la vida hacerlas y las voy posponiendo (como planchar aunque no tenga ya ropa lisa que ponerme). Y toda una semana se va en nada: ni un libro entero, dos trabajillos, una visita a Ikea y mucho "actualizar" la agenda. Quizás todo sea culpa de aquella hora que nos quitaron hace una semana... Quien la recuperara!