lunes, 9 de noviembre de 2009

La reina de las nieves

Me encanta el frío. Lo adoro. Creo que, al igual que soy una millonaria atrapada en una cuenta corriente de pobre, soy una nórdica atrapada aquí en verano. Del invierno me gusta todo. Y eso que aquí me parece ligero. Por mi podía nevar más a menudo que no me importaría. ¿Y lo divertido que es coger los copos con la boca? No es muy higiénico pero es divertido. Me gusta bajar a mi chucho (arrástrádole que él no comparte tampoco mi visión romántica del asunto) y sentir la helada mañanera en la cara. Los poros se cierran y la nariz se pone roja. Entrar de nuevo en casa es lo mejor. Y las bebidas calientes: té aromatizado, chocolate o colacao (bueno, yo soy más de Nesquik)... Y las castañas asadas y las batatas al horno. Una buena sopa. Un gran asado. Ummmmm. Los abrigos gorditos, los gorros de lana... Ah! y las mantas en el sofá. ¡Y la manta electrica! (ahora debajo de mi pompis). El edredón, que madre mía cómo saben los nórdicos no pasar frío en la cama. Y por supuesto los guantes, las orejeras y las botas con borreguito. En invierno todos tenemos más complementos que la Barbie. ¡Cómo lo adoro!

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