Todos tenemos algo “rarito”.
Todos somos un poco toc*.
A mi me gusta tender la ropa con las pinzas del mismo color que lo que estoy tendiendo. Rectifico. No me gusta. LO NECESITO. El problema es cuando no hay suficientes pinzas del color... Ay, que dolor a la vista. Entonces lo hago por "lo que mejor le va".
También trato de conjuntar mi ropa. Toda mi ropa. Siempre. Y si me cambio, me cambio de TODO.
No soporto las manchas en el suelo. Claro que imaginad que teniendo un perro guarrete y un suelo blanco, he tenido que asumir que limpio, lo que se dice limpio, no lo voy a tener nunca, salvo que le ponga a Otto gamuzas en los pies y una pajita para beber.
Los cojines del sofá tienen que estar ordenados: verde-naranja-verde-naranja.
Nadie puede leer mis revistas antes que yo. Sobre todo si van plastificadas.
El chucho también tiene sus manías: se espera a cruzar para hacer pipí en un árbol en concreto, sólo en el lateral derecho. Y cuando vuelve a casa se reboza en el felpudo justo antes de entrar.
El moreno se peina siempre, ya sea porque sale, se queda en casa, va al gimnasio o va a cenar en casa y dormir. A pesar de llevar el pelo corto, él se esmera y a veces se enfada porque no le ha quedado bien (¿cómo puede notar nada con esa breve extensión de pelo?).
E insiste en recolocar todo el lavavajillas. Aunque él lo llama optimizar, para mi que es un maniático.
Cada uno tenemos lo nuestro.
Quien este libre de manía que tire la primera piedra (pero limpia, colocada y de un color que vaya bien).
*Trastorno Obsesivo Compulsivo
Cómo pasar una tarde entre amigos o Taller de Repostería en la Cocina de
las Maravillas
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Parece que merendar es de niños. ¡Pues no! Merendar es de todos los que les
suenan las tripas a partir de las 17 de la tarde. Y eso reivindicamos en el
últ...
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