Dice Christine de Pisan...
¿Por qué nos empeñamos en quien no nos quiere (o no nos sabe querer) ...?
¿Por qué mantenemos un pequeño hueco para la esperanza...?
¿Por qué nos creemos que, cuando ES, tiene que ser difícil...?
¿Por qué cuando llega, a menudo no estamos preparadas, o no estamos seguras, o no nos creemos que nos corresponda....?
¿Por qué pensamos que no podemos vivir sin amor romántico...?
¿Por qué nos movemos en aguas movedizas siempre que hay amor de por medio...?
¿Por qué lo hacemos todo tan complicado?
3 comentarios:
De nuevo totalmente deacuerdo...
PanPeter
Mira...
Para eso no tengo respuesta.
Curioso...
Yo que creía que lo sabía todo... y no.
Fíjate...
Soy el profundo. O el simple. O estoy entre medias. O yo qué sé.
Creo que es miedo, miedo a la felicidad, y a lo fácil, necesidad de sentirnos vivas y demasiadas fantasias en nuestra cabeza.
El Amor, el que va con mayusculas, es el que pone sal a las heridas, el intenso. Y cuando aparece, esa sensación dulce y picante nos aterra.
Tengo ganas de pasar ese embriagante pánico de nuevo.
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