Nunca pasé por esto antes, y creo que no me he sentido tan triste como ahora. Porque con las personas discutes, te alejas, puedes llevarte bien o no del todo mal, pero un perro, hasta el final, te quiere con locura. Te piden tan poco y siempre te dan besos, una relación perfecta. Lo que nunca puedes asegurar de un humano. Serán simples, pesados, soltarán pelo, darán alergia, vomitarán, ladrarán, comerán basura, te romperan cosas... pero nada importa, porque ellos simplemente te quieren. Son los mejores amigos siempre, sin dudas, ni vacilaciones, sin novios o novias que les alejen de ti, sin cabreos que te salpiquen, sin mosqueos... Los mejores amigos, todo el día, toda su vida. Vida corta en exceso. Una gran pena. Es difícil despedirse de ellos en ese último momento, pero se lo debes: ellos siempre te saludaron y despidieron cuando estaban en casa.
Me guardo casi trece años de grandes recuerdos y trato de olvidar el momento tan horrible que fue decirla adiós. Quien tuvo, lo sabe.
In memoriam
Nica
Agosto 1997-Febrero 2010
2 comentarios:
Afortunadamente, por duro, triste y desagradable que sea, el adiós se acaba difuminando, y quedan sus trastadas y sus pequeñas manías y todas esas cosas bonitas que tú has explicado mejor que nadie.
Ánimo y paciencia, hasta que el adiós se esfume.
Se lo que sientes , mi perra se murio hace un año , y aunque despues llego otra , todavia ay eces que la busco y la llamo . tanto amor incondicional no es facil de encontrar . muchos anim os y besos
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