Vale. Hace cuatro días que volví de las Américas y mi ritmo circadiano anda revolucionado. Pero ya he desistido. Si no duermo, pues no duermo y punto. Ayer me aburrí de dar vueltas en la cama. Además he empezado a trabajar, lo cual, aunque es un poco deprimente pensar que ya no tienes vacaciones hasta el año que viene, el recuperar un poco ese recuerdo del primer día de cole, en el que estrenabas bolígrafos, y los libros olían a nuevo y sus páginas crujían al pasarlas por primera vez. ¡Qué recuerdos aquellos! Volviendo al tema: no duermo. No duermo porque...
... la tribu y mi cuasister tienen que encontrar casa y volver a ser felices y comer perdices (o tofu).
... porque la que hemos encontrado mi moreno y yo es tan perfecta que no me lo creeré hasta que me den las llaves
... porque en ese caso (y en cualquiera también, sólo se trata de una cuestión de más o menos tiempo) me tengo que mudar otro año más (¿a la tercera va la vencida?)
... porque hay que ir a Ikea (que me encanta) y montar los muebles (que lo odio)
... porque me voy a vivir por segunda vez con un hombre y esto es una consecuencia de que la primera vez no funcionó, evidentemente.
... porque hay que gastarse mogollón de pelas (fianza, muebles, alta de teléfono, ropa de otoño...) y a mi padre se le esta poniendo cara de empleado de Banca y eso asusta.
... porque me ha caducado el dni y me da miedo morir de aburrimiento en la cola
... porque tengo tantos libros sobre mi mesilla que una noche moriré asesinada por ellos si no los leo pronto.
... porque están grabando la segunda temporada de Cuenta atrás (¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡)
... porque me he cortado el pelo corto corto y todos me dicen que parezco más joven ¡¿MÄS?!
... porque he decidido que ya se ha pasado la temporada de sandalias y no tengo tantos zapatos (nunca son suficientes) para parecer más seria y más mayor en la oficina.
... porque cuanto más intentas dormir menos lo consigues. Es en estos momentos cuando empatizo con todos los bebés que aún muriendo de sueño, no duermen. Ahora lo entiendo. Al menos de algo me está sirviendo.
Cómo pasar una tarde entre amigos o Taller de Repostería en la Cocina de
las Maravillas
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Parece que merendar es de niños. ¡Pues no! Merendar es de todos los que les
suenan las tripas a partir de las 17 de la tarde. Y eso reivindicamos en el
últ...
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