miércoles, 25 de abril de 2007

La sobremesa

Esto de la jornada completa es un mal invento.
Como no me da tiempo a ir a casa a comer y volver... me quedo.

Cuando hace sol... Como en un parque que hay enfrente y leo.
Cuando llueve... Como en mi mesa, delante del ordenador y bloggeo.

Lo peor... La Sobremesa. Sólo de pensar en ella me entra sueño. SOBREMESA. Y se me caen poco a poco los párpados y me cuesta pensar... Odio las sobremesas. Sobre todo esas sobremesas laaaargassssss, de copa y puro que llaman. Cuando ya no sabes de qué hablar y la cabeza te pesa y la barriga también. Y oyes que te hablan pero todo va más despacio como en una película a cámara lenta. Y adoptas una cara de circunstancia para que no se note que pasas de todo, que lo único que te viene a la cabeza es tu cama, un sofá cómodo, un pijama, el orinal, la almohada babeada... Y asientes a todo en ese letargo que sólo puedes disfurtar si tienes las manos ocupadas, ya sea en una copa, en un puro, en tu quinto pastel, en un bolita de papel de la servilleta o en las cartas.

La sobremesa de oficina es peor porque las luces son artificiales y tu sentido de la ubicación-orientación como va más lento, se pierde por completo. El café de máquina es otro complemento que ayuda a que tu sopor aumente. Hace una temperatura extraña además. Ni frío ni calor. Antinatural sí. La moqueta me invita a tumbarme sobre ella y dormir. Sólo un ratito... Cinco minutos... Cinco... Nada más... Ci...

3 comentarios:

Carlo dijo...

Se me antojo leer este post con un letargo y una musica lounge en el fondo. Aun estoy en trance. Genial tus letras. Un saludo.

Zoe dijo...

La siesta debería ser obligatoria. Deberíamos tener que fichar nuestras horas de sueño, es tan necesario. Yo se disimular todo, menos el sueño...

Dormir es un placer.

Nella dijo...

Pues imaginate esa sobremesa en la bibliotea de la universidad, despues de llevar todo el dia, y a las purtas de un examen. Eso es una tortura china. Deberian prohibir las bibliotecas. Besos rubia