Es cierto que quizás no debería estar escribiendo esto y que debería estar haciendo alguna de las tantas cosas que quedan por hacer, pero de repente cuando el moreno y yo hemos planificado esta tarde-noche de viernes me he dado cuenta de que estamos fatal. En las últimas semanas o meses (ya ni me acuerdo) lo que más nos divierte en el mundo es ir al Lidl. Por si hubiera alguien que no lo conozca (y para quien sí me pueda dar la razón) es un lugar perfecto para decidir qué guarrería quieres cenar y encima barato no, baratísimo. La semana pasada pillamos una bolsa tamaño XXL de salchichas superXXL con las que el moreno flipó. Tuve que invitar a mis padres porque me dió miedo que el moreno muriera de una sobredosis salchichera, porque la verdad es que estaban buenísimas. También cayó en el carrito un pan congelado para hacer al horno con ajo y mantequilla, porque por mucho que insitiera mi moreno en que lo que llevaba era aceite (para no sentirse peor), llevaba unos trozos de mantequilla de aupa lerendio (como dirían por el norte). Delicioso. Gelatinas de fresa, ganchitos, paté de pavo... Todo lo que se nos antoja, al carro. Porque el viernes es el día del desfase y nosotros desfasamos así: como alemanes de cincuenta años atrapados en la nieva bávara, comiendo, bebiendo cerveza y viendo películas malas, pero que nos hacen reir a carcajadas.
Quizás es urgente lo de socializar un poco no?
PD: Y para colmo, tienen unas bolsas de tela la mar de hermosas, que estoy intentando poner de moda como bolso (cuestan un euro) y que llevo a la facultad como chica a la última que soy. Quizás pueda demostrar algo sobre las fashion victims o quizás me tomen por loca. El caso es que me da igual. Yo soy superfeliz con ella.
Cómo pasar una tarde entre amigos o Taller de Repostería en la Cocina de
las Maravillas
-
Parece que merendar es de niños. ¡Pues no! Merendar es de todos los que les
suenan las tripas a partir de las 17 de la tarde. Y eso reivindicamos en el
últ...