martes, 21 de abril de 2009

Vivir inesperada e inexplicablemente

Hay veces que parece que no pasa nada. Y hay que pararse y ponerse a mirar para ver qué pasa. Otras, no hace falta y plaf! En un momento la vida te cambia.  Una veces para bien, otras para mal. En cualquier de ellas, la vida es frágil, corta, incluso a veces una tontería. Pero es así. Yo que intento planear cada instante de mi vida, me doy cuenta en contadas ocasiones que soy una boba y que los planes que tenga de ahora hasta octubre, y de octubre en adelante no digamos, se pueden ver truncados por cualquier cosita pequeña. grande, buena o mala. 

Cuatro costillas rotas y una brecha sufrió mi tío al levantarse inesperádamente porque llamaron a la puerta a las 5 de la mañana el pasado fin de semana. Tener el suelo inundado provocó la llamada y la consecuente caída. Aunque pueda parecer como el oráculo de Matrix (¿qué fue consecuencia de qué?) en realidad es una putada, hablando claro y mal. 

Así que como esto es así y la vida (encima de crisis) te pueda pegar estas sorpresas... Me doy a la vida libre y hoy en vez de comer ternera, me vuelvo loca y pido sushi. Q la vida son dos días!

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