jueves, 8 de marzo de 2007

Mis dudas son para siempre


Por fin tengo una rato para escribir y poneros al día.
La vida está llena de dudas. En muchas ocasiones no sabes con claridad absoluta si lo que haces o dejas de hacer es lo correcto. ¿Qué me pongo hoy? ¿Qué película veo? ¿Café o té? ¿Y si me lo como? ¿Blanco o negro? ¿Río o lloro? ¿Churros o pincho de tortilla? ¿Vagueo o trabajo? El no saber tiene su gracia. Hace que todo esto que nos rodea tenga menos sentido, que sea más espontáneo. Yo con el tiempo, con la edad, con la experiencia he aprendido a no controlarlo todo, a dejarme llevar, a dejar que las preguntas existan en mi vida y a no obsesionarme con responderlas todas impacientemente porque casi nunca la respuesta rápida es la acertada. ¿O sí?. No sé. Y ese no saber junto con el amor por la palabra escrita (así como lo de hacer una locura que mola mogollón y que no me pega ni con cola, jiji) me llevaron a marcar mi cuerpo con dos signos de interrogación. para muestra... uno de los hombros.

Fue una experiencia estupenda, tan estupenda que ahora mi cuerpo me parece un lienzo en blanco y tengo que controlar el deseo de "pintar" el resto de la familia tipográfica. Algunos dicen que es una locura, que me voy a arrepentir, pero... a otros les parecen preciosamente originales. Otros me han hecho comentarios salidos de tono (pero seguro que aunque me hubiera puesto un amor de madre le hubieran sacado punta). Yo estoy encantadisima de mis adornos corporales. La duda es... ¿dónde me haré el siguiente?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es precioso y más al natural. Todo tu cuerpo como una página en blanco GUAU, es normal que te enganche..