jueves, 29 de marzo de 2007

Juntas no siempre hablamos de lo mismo

El otro día nos reunimos para hablar del amor. No pienses mal. Nos juntamos expresamente para hablar de eso. De eso que tanto tiempo nos ocupa. De eso que debe ser tan importante para que ocupe tantas páginas. De eso que se habla por los siglos de los siglos. Pues de eso.

Dentro del grupo... un poco de todo (jóvenes, mayores, heterosexuales, lesbianas, casadas, solteras...).

Curiosamente... Los datos, las experiencias... similares. Cabezas que asienten.

Lo más interesante ver cómo los estereotipos sociales, anticuados y provenientes del patriarcado, nos condicionan. Acaso no os habéis preguntado ¿qué hubiera pasado si a la Bella Durmiente o a Blancanieves no las despierta el Príncipe Azul?

Conclusión del coloquio: no hay.

Para la próxima reunión: 10 cosas que hay que saber del Amor. ¿Quién se atreve primero?

martes, 27 de marzo de 2007

...en la calle le encontré.

Bueno, no fue así exactamente. Nuestros caminos se cruzaron una tarde en un lugar. Decidimos quedar, como quien queda por quedar, sin esperanzas de que fuera real. Las citas a ciegas son trepidantemente divertidas, curiosas y ¡peligrosas! La amenaza de un psicópata está presente mientras te diriges al lugar de encuentro. Tus amigas preparadas para llamarte a las dos horas y esperar oir la palabra que habeis decidido para saber si estás en peligro. La primera impresión... buena. La segunda... mejor. Las demás... Con ellas llega la ilusión. Por nada, por todo, porque sí. Ya no me acuerdo de cuál era la palabra de alerta. (¿Madagascar? ¿Trípoli?) Está muy bien hablar y hablar y hablar y hablar... Reirse. Compartir. Un mensaje en el móvil que te hace creer que eres especial, divina o normal (para no pedir demasiado). Y te ves sonriendo como una tonta. Poco a poco un desconocido se hace conocido. Poco a poco.

De mayor quiero ser... Martha Stewart!

Ella sabe cómo hacer que una simple (pero de calidad) servilleta parezca un conejito.

Ella conoce todas las técnicas para hacer galletas rosas para las girls-scouts, de genjibre para cuando recibe a sus compañeras del club de bridge, de café para su cansado marido...

Sus gatos no sueltan pelo porque ella conoce los trucos para que nada parezca real.

En su casa no hay polvo.
Cada detalle lo ha creado ella misma con sus manos: las orquideas que conjuntan a la perfección con las cortinas del salón; el plato para dejar las llaves del Mercedes de Mr. Stewart; la tarta que siempre decora el saloncito de té...


En una casa a las afueras, en Conectica (pudiera ser en la televisiva Wisteria Lane), un grupo de mujeres se reune cada miércoles para ver el programa de esta mujer americana de pelo rubio, camisa azul y pantalón beige, una mezcla de la Preisler en versión práctica y el vasco de Bricomanía.
La perfecta esposa, madre (y supongo que amante), cocinera, jardinera, excelente vecina y mejor empresaria que vió, cual visionaria, el negocio en ese grupo de amas de casa americanas con mucha pasta que no tenían otra cosa que hacer más que pensar en cómo matar al marido y tener la casa inmaculada por si venían visitas inesperadas.


Bree Van de Kamp (una mujer desesperada) es su mejor imitación hasta el momento.


viernes, 23 de marzo de 2007

¡Devuélvanme mi hora!

¡Qué me devuelvan esa hora perdida! Yo no elegí que me la quitarán y no puedo decidir cuando la quiero recuperar... Es una injusticia del Ministerio del Tiempo. Tengo que investigar quien tuvo esa brillante idea. ¿Alguien se levanto un día y decidió que habia que adelantar el reloj? Seguro que era en base a la necesidad de que ese día pasará más deprisa... o que un buen día se alargara un poco más. Yo entiendo que hay días que te gustaría que fueran más largos, que no acabaran nunca y otros que... bueno mejor que no empezaran. Para estos últimos estaría bien disfrutar de la posibilidad de tener "el comodín del retraso/adelanto": Buff, esta mañana no me apetece ir a trabajar tan pronto, voy a llamar para que me retrasen el tiempo. Total, ya lo recuperarás otro día. Se está tan a gusto con esta persona que estoy pensando en alargar un poco el día para que no se vaya todavía... Ya lo devolverás en otra ocasión.
Pero no. Esto es una cuestión estatal, internacional, mundial... Millones y millones de personas perdiendo el tiempo a la vez. Vale que cuando te la devuelven es genial, ese domingo es el más largo del año (salvo cuando retrasmiten los Goya que se hace eterno). Realmente te quitan y te devuelven un día como el domingo porque saben que ese día vas a ahacer más bien poco. Una caña más o menos en el aperitivo, una hora más o menos de siesta. El problema es que cuando has trasnochado, yo que siempre tengo un sentimiento de culpa por desaprovechar el día de después a esos excesos, el día en que te quitan esos 60 minutos es como si te quitaran un día entero. En vez de levantarte a las 11, hora del desayuno... ¡son ya los 12... la hora del aperitivo! Y entonces ya empiezas mal el día... Todo va a destiempo. Te obligas a comer pero realmente no tienes hambre porque tu cuerpo no ha cambiado su ritmo y para ti sigue siendo la 1 (todavía hora del aperitivo) y no las 2 (hora del cocido). ¿No sería mejor que nos quitaran un minuto durante dos meses al año y nos los devolvieran sutilmente en otros dos? Asi apenas lo notaríamos. Total, en mi casa cada reloj marca una hora. Jamás se con seguridad que hora es.
Aqui en mi habitación: 13.25
En mi ordenador (el más fiable por otra parte): 13.20
En el reloj del pasillo: 12.20
En el de la cocina: 12.15
En el del salón: 13.40
Mi hora vital: las 7 de la mañana... ¡Me muero de sueño! (No veo la hora de pillar la siesta. Menos mal que hoy me la puedo echar una hora antes! Algo bueno tenía que tener).

martes, 20 de marzo de 2007

The love is dead

El otro día, una amiga me contó que por fin le había confesado a su hermano que le gustan las chicas. Sorprendentemente a esta declaración, él la respondió con un normal de lo más natural. Y es que analizándolo lo "anormal" empieza a ser que nos gusten y salgamos con hombres. Creo que tanto libro de historias de amor, tanta película de amor y agua fresca nos han atrofiado el sentido común. La cosa entre hombres y mujeres está (en mi opinión) cada vez más complicada. Los que no están traumatizados o enganchados en relaciones fallidas (aunque sean de hace diez años), tienen miedo al compromiso (¡desde la primera cita!), tienen manías muy muy raras (cortarse las uñas durante la cena) o no ven a la mujer de su vida (ni lo intentan al menos) ni teniéndola delante. Además está el hecho de que cada vez está más dificil encontrar hombres libres y felices (y ya si son guapos... ). Lo de los cursos ya lo tengo trillado. Vale que en el curso de patchwork no esperaba encontrarme a George Clooney haciendo una colcha pero vamos... No se, el panorama está cuanto menos "raro". Tanto meetic, match.com... pero ¿qué está pasando? Yo me veo incapaz de apuntarme. Aunque nunca digas "de este agua no beberé".... porque te ahogarás en ella al final. Estoy haciendo un estudio de "El amor": historia, historias, naturaleza, conceptos, filosofía, corrientes, formas... Cada vez estoy más convencida de que... EL AMOR HA MUERTO. Llamadme Rutzsche.

¿Qué ha sido de las citas? ¿Qué ha sido de ir al cine y darse mimitos en la oscuridad? ¿De dar paseos y hablar y hablar? ¿Por qué la famosa conversación de ¿qué somos? ¿hacía dónde vamos? se plantea antes incluso de conocerse? ¿Por qué hay gente empeñada en estar sola con lo chuli que es discutir y odiarse en compañía? Mira que... no me importa ir sola al cine, tomarme un café sola, visitar un museo sola, ir de compras sola, dormir sola pero... ¿no es mejor comentar la peli al salir del cine, conversar en un café, criticar los cuadros, aburrirse en Zara, notar los pies fríos bajo las sábanas...?

La resignación es que ya no espero flores, ni unos mariachis en mi puerta, ni siquiera una rodilla en el suelo y un anillo de diamantes... Un cine, una buena conversación, comprensión, felicidad, honestidad, respeto, buen culo... Bueno, en realidad, ahora que lo pienso, quizás estoy pidiendo demasiado ¿no?

viernes, 16 de marzo de 2007

¿Cursos o concursos?

Para quienes no se den cuenta de la diferencia sútil entre ambos conceptos:

Curso: "Estudio sobre una materia, desarrollada con unidad. Conjunto de alumnos que asisten al mismo grado de estudios".

Concurso: "Competición, prueba entre varios candidatos para conseguir un premio".

Ayer empecé un curso de fotografía. Si mi intención era conocer gente interesante... digamos que voy a conocer a dos personas (ya veremos si interesantes o no). Esta visto que los cursos cuando empieza el calorcito están demodé. Pero bueno, a mi lo que me interesa es hacer buenas fotos asi que... Sólo hablaré de mi primera impresión.
- La clase: bien, amena, un poco densa en conceptos, quizás algo rápida la teoría pero ¿se trata de hacer fotos no? Asi que... El profesor simpático e interesado en que hagamos algo útil con nuestro tiempo fotográfico.
- Los compañeros: 2. Uno no se ha mostrado demasiado, parece agradable, algo tímido: un chico que se ha comprado una cámara anteayer y no sabe utilizarla. Bien. El otro... Diseñador gráfico que sabe DEMASIADO. Coño, ¿para qué vas entonces aun curso? C-U-R-S-O. Aunque se parece la palabra no es un CONCURSO. Hace una fotos de la hostia y yo con mi funda de florecitas por la vida y mi cámara kodak de usar y tirar (es broma, es una compacta que al lado de la suya hipersupermegareflexdelalechedigital parece la hija pequeña). Si es que parezco un chiste.

Fui a una clase de relato breve. Todos eran cortazarianos y yo... fieldingiriana!!!! (ver "Me gusta Helen Fileding. ¿Pasa algo?" )

Fui a una clase de escritura creativa. Todos escribían de sentimientos profundos, de la soledad, las miserias humanas, la desesperación del ser y yo... de lo que me gustan los helados de chocolate!!! (ver My Girl (Mi Chica))

De verdad, que cada vez que me apunto a algo el primer día salgo con una infravaloración personal que... tardó 5 minutos en superar y recuperar mi autoestima (hasta que llamo a christine y me dice lo estupenda que soy y nos reimos un rato de los demás). Jjiji.

jueves, 15 de marzo de 2007

El hombre de verdad...

... Te ama con locura pero le cuesta demostrarlo
... No hace más que quejarse cuando vais de compras
... Le cuesta decir “te quiero”
... Quiere tener siempre el control del mando a distancia
... Tiene miedo al compromiso (aunque tú no vayas por ese camino, él está acojonado desde el principio)
... Te oye, pero no te escucha
... "Te ayuda" con las tareas de la casa
... Es dependiente (y no de tienda) por mucho que diga lo contrario
... Inconscientemente... busca una novia-mamá
... No expresa sus sentimientos
... No suele darse cuenta de que lo único que necesitas a veces es un mimito
... Es un guarro (unos más que otros, es cierto)
... Te hace reir y...
... Te hace llorar
... Sólo cocina tortillas francesas (si es que cocina)
... Una noche romántica es poner una vela en la habitación
... Es un niño grande
... Se enfada por cualquier cosa
... Se queja más que habla
... Se olvida del aniversario
... No acierta con tu talla (pero lo que cuenta es la intención ¿no?)
... Ronca
... Casi siempre está cansado
... No entiende cómo te pueden gustar las películas de amor y agua fresca (aunque luego se engancha a verlas contigo)
... Le gustan las películas de artes marciales
... Va de duro e insensible (pero lloró con Bambi)
... Achaca siempre tus cambios de humor a la menstruación
... Se sorprende de que puedas comprar tantas cosas
... Es un poco egoísta y egocéntrico
... Va de simple cuando en realidad es tan complicado (o más) que tú
... Podría ser más romántico
... Haga lo que haga, siempre hace más que tú
... Le gusta ver un espectáculo con hombres sudorosos detrás de un balón
... No sabe cómo funciona la lavadora
... Fuma y/o bebe
... Dice que no se cuida nada pero tarda más que tú en el baño
... Juega a los videojuegos

... Es el que nos gusta de verdad y... del que nos enamoramos hasta las trancas

lunes, 12 de marzo de 2007

El hombre perfecto...

... Te ama con locura.
... Te da la mano o te lleva del brazo cuando vais por la calle.
... Cree que eres la mejor mujer del mundo.
... Tiene un trabajo que le hace feliz.
... Es creativo.
... Es independiente.
... Comparte todas las tareas de la casa.
... Le gusta mirarte.
... Te escucha cuando hablas.
... Empatiza contigo.
... Es bueno en la cama.
... No le molesta ir de compras contigo.
... Se cuida, pero no se depila más que tú.
... No busca una madre en ti, sino una compañera.
... Te besa mucho mucho.
... No le avergüenza llorar.
... Te sorprende.
... Es ordenado y limpio.
... Siempre tiene un abrazo listo para reconfortarte.
... Es fiel.
... No se cree el ombligo del mundo.
... Baila en público (aunque lo haga mal).
... Tiene buen gusto para decorar y para vestirse.
... Te complementa.
... Te completa.
... Se deja querer y mimar.
... Es simpático, agradable y casi siempre cae bien.
... Si se enfada, te cuenta el motivo.
... Es comunicativo.
... Expresa sus sentimientos.
... Le gustan y se lleva bin con los animales y los niños.
... Te parece el hombre más atractivo de la tierra.
... Es una persona feliz.
... Te hace reir.
... Te inspira confianza.
... Cocina.
... Te hace sentir especial.
... Es detallista.
... No se queja por todo constantemente.
... No se enfada sin razón.
... Se preocupa por ti.
... Te da seguridad.
... Es sensato y coherente.
... Ha pasado la adolescencia.
... Sabe estar en cualquier sitio.
... Siempre está dispuesto a echar una mano a un amigo.
... Le cae bien a los padres (especialmente a los tuyos).
... Es amable.
... Es fuerte.
... Tiene los modales de Cary Grant

... No existe (y quizás esa sea la gracia de todo ¿no?)

jueves, 8 de marzo de 2007

Encuentros y desencuentros

Se vieron por primera vez en el autobús, donde ella le dedicó una mirada de desprecio: él no le había cedido el asiento.

Coincidieron en la pastelería donde él compraba pastelillos de chocolate y ella de nata. Se sonrieron.

Volvieron a verse en el veterinario. Ella salía de consulta con su gata y él esperaba el turno junto a su perro. Ella se sonrojó cuando él levantó la mano a modo de saludo.

Cuando ella entró en la cafetería no pudo evitar buscarle y allí encontró sus ojos. Tomaba café. Ella pidió un té.

En el supermercado chocaron con los carros y se pidieron disculpas, susurraron un saludo cordial y se separaron entre risas. Ella se dirigía al pasillo del pescado y él buscaba algo de carne para su barbacoa.

Una amiga común preparó una fiesta. Cuando les presentaron no pudieron aguantar las carcajadas, mientras sus manos se saludaban.

Una nueva coincidencia les hizo reencontrarse en un tienda del centro. La conversación ya era obligada y decidieron quedar al día siguiente a las diez en la fuente del parque.

Ella entendió a las diez de la mañana.

Él a las diez de la noche.

Nunca más volvieron a verse.

Mis dudas son para siempre


Por fin tengo una rato para escribir y poneros al día.
La vida está llena de dudas. En muchas ocasiones no sabes con claridad absoluta si lo que haces o dejas de hacer es lo correcto. ¿Qué me pongo hoy? ¿Qué película veo? ¿Café o té? ¿Y si me lo como? ¿Blanco o negro? ¿Río o lloro? ¿Churros o pincho de tortilla? ¿Vagueo o trabajo? El no saber tiene su gracia. Hace que todo esto que nos rodea tenga menos sentido, que sea más espontáneo. Yo con el tiempo, con la edad, con la experiencia he aprendido a no controlarlo todo, a dejarme llevar, a dejar que las preguntas existan en mi vida y a no obsesionarme con responderlas todas impacientemente porque casi nunca la respuesta rápida es la acertada. ¿O sí?. No sé. Y ese no saber junto con el amor por la palabra escrita (así como lo de hacer una locura que mola mogollón y que no me pega ni con cola, jiji) me llevaron a marcar mi cuerpo con dos signos de interrogación. para muestra... uno de los hombros.

Fue una experiencia estupenda, tan estupenda que ahora mi cuerpo me parece un lienzo en blanco y tengo que controlar el deseo de "pintar" el resto de la familia tipográfica. Algunos dicen que es una locura, que me voy a arrepentir, pero... a otros les parecen preciosamente originales. Otros me han hecho comentarios salidos de tono (pero seguro que aunque me hubiera puesto un amor de madre le hubieran sacado punta). Yo estoy encantadisima de mis adornos corporales. La duda es... ¿dónde me haré el siguiente?

viernes, 2 de marzo de 2007

Metamorfoseando a macarra

Hoy es el día en que la Grace Kelly que llevo dentro (y en ocasiones fuera) haga sitio. Lo de mutilarse tiene el encanto de la rebeldía de la adolescencia mezclada con la intención de que aquellas experiencias que han marcado por dentro tengas constancia por fuera. Ya que te haces daño, hazlo con estilo! Hoy es el día de dejar de combinar bragas, con calcetines, camiseta y pantalón. Hoy es el día en que la macarra que lucha por entrar o por salir se pronuncie, aparezca en la piel de mi cuerpo blanco inmaculado (salvo por la marca de la apendicitis). No uno, sino dos. El dolor es lo de menos (espero) y la eternidad, un simple detalle. Esta tarde es la tarde T. Ya os contaré.