Anoche el moreno y yo salimos. Solos. A una salida completa: cine, cena y copa. Tras meses de o bien tener trabajos que hacer, o bien trabajar, o bien no tener dinero... ayer nos liamos la manta a la cabeza y sin motivo aparente, más allá del de salir por salir... salimos. Incluso de forma improvisada, podría decir, aunque muchos no me creerán.
Evidentemente la falta de costumbre tuvo sus consecuencias. Lo primero es que fuimos a ver una peli de dibujos para frikies (espero que nadie se sienta ofendido porque me considero parte del colectivo) en 3D y en versión original, para añadir más dificultad. El tema del 3D lo repetimos porque era imposible verla sin doblar sin esa condición, que me llevó a aguantar al moreno los quince minutos previos a la peli, limpiando frenéticamente sus gafas y recordándome que aquello era una mierda.
Una vez que empezó la peli, recordé porque a este tipo de peli (Toy Story 3, por cierto) suelo ir sola: al moreno no le gustan y hay que aguantar sus "no me gusta" cada cierto tiempo.
A la salida, sin embargo, comentó que "aunque lo del 3D es una puta mierda, la peli tiene sus puntos graciosos". Ay.
Fuimos a cenar a un japo. Hasta ahí todo fue normal. Al salir tuvimos la idea de "salir" aunque yo no entiendo muy bien lo de "salir" los dos solos.
La falta de costumbre nos llevó a aceptar la "supuesta" invitación de un RRPP (o señor que reparte flyers por la calle) para un lugar con mojitos. Yo es que oigo la palabra mojito y me nublo. Pues bien, nos metimos en un antro, nada glamouroso (suelo pensar que todos son fashion cuando es todo lo contrario), con música a toda leche y vacío. Me sentí mayor. Nos bebimos las dos copas por 11 euros y páfuera.
En el camino, aprendimos a esquivar a más RRPP y llegamos a otra zona mucho más glamourosa. Incluso me arriesgué a llevar al moreno al único local que yo conocía, donde efectivamente los mojitos están deliciosos y casualmente cuestan 5,50€. Cuánd aprenderemos a hacerme caso...
Lo bueno de no tener ya que ligar, ni de salir para ello, es que veo a mi moreno en su máximo apogeo nerd: me estuvo contando todos los fascinantes detalles del libro que se está leyendo sobre la vida de las hormigas. Es lo que tiene el amor, supongo. A mi tb me parecieron fascinantes.
Aunque prometimos que esto había que repetirlo más a menudo, repitiéndonos una y otra vez lo jóvenes que somos, y que gracias al cielo, no tenemos hijos... imagino que hasta dentro de unos meses no repetiremos la hazaña de salir de noche.
Cómo pasar una tarde entre amigos o Taller de Repostería en la Cocina de
las Maravillas
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Parece que merendar es de niños. ¡Pues no! Merendar es de todos los que les
suenan las tripas a partir de las 17 de la tarde. Y eso reivindicamos en el
últ...
1 comentario:
Me ha encantado :)
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