miércoles, 10 de octubre de 2007

Kiss me stupid

Aunque no es la primera vez que hablo de él (soy una reincidente), he decidido homenajear hoy a la forma de expresión más golosa que conozco: el beso.

¿Cuántas veces hemos deseado que los dos protagonistas de una película se den finalmente un beso?
Algo tan natural como el acto de tocar a una persona con los labios ha sido y será tema recurrente para un sinfín de creaciones y el final (o principio) de un millón de historias.
Eliminando la connotación machista de los cuentos tradicionales, en el que si no fuera por el hombre las pobres Blancanieves y la Bella Durmiente seguirían dormidas cual ceporros, reconozcamos que todos los besos tiene algo de despertar. Una de las cosas que más me gustan de mi moreno es que todos los días me despierta con un beso. Hoy me he sorprendido dándome cuenta de este hecho porque al estar un poco catatónica a esas horas, no sé si todavía sueño. Cada mañana a las 7, me gira, me susurra un “buenos días” y me besa. En ese instante le amo con locura, para a continuación odiarle porque no entiendo como puede hacer tanto ruido al prepararse un tazón de cereales y porque me insiste en que me levante cada cinco minutos, ¡cómo si no hubiera oído su ritual matutino!

Pero se lo perdono por el beso. Y es que un beso lo puede arreglar casi todo. Otros en cambio lo estropean, como el beso de Judas. Pero en regla general, el significado que les damos a esos roces nada tiene que ver con el que delató a Cristo. Casi todas las historias de amor empiezan con un beso; casi todas las películas tienen un beso; casi todos los artistas han recreado uno:


Yo que soy muy besucona me gustan todos los tipos de beso, incluido el de gominola y me gustaría practicar más el beso de los esquimales y los gnomos (nariz con nariz) y el de las mariposas (pestañas con pestañas). Porque... sinceramente ¿qué hay mejor que un beso? (y no vale el chocolate!!!!!)
Muac!!!!

1 comentario:

siemprepierdo dijo...

Ademas que si Rubia.

Besos mañaneros, por la noche antes de dormir, despues de un abrazo, antes de montarte en el autobus, en la mejilla sin que lo pidas...

hayyy snif snif que guai...