jueves, 21 de agosto de 2008

La rentreé

La vuelta es terrible.
¿Quizás mejor nunca habernos ido?

En París es todo muy bonito y muy francés, como os podéis imaginar.
Hemos pasado los días viendo museos, dando grandes paseos, criticando la gastronomía francesa y comiendo macarrons (el dulce sí q lo tienen dominado).

Hemos hablado en todos los idiomas q se nos ocurrían y cada día me parezco más a mi madre pq ante la duda idiomática, yo me pongo a hablar en español y que se preocupen ellos en entenderme. Una ya no está para esfuerzos.

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