Ayer decidimos coger el bus para ir al cine. Justo desde la acera de enfrente vimos como unos de nuestros posibles se marchaba y una vez en la parada y viendo desde lo lejos que no se vislumbraba camión rojo alguno, mandé un mensaje a este servicio tan cómodo que nos ha facilitado la emt para saber cuánto tiempo tardará el siguiente bus en venir. Así pues lo mandé y, a pesar de ser un servicio inmediato (recibes el mensaje casi al instante de haberlo enviado), no me llegaba ninguno. Pensando que el servicio ya se había roto, empecé a despotricar contra todo, mientras el moreno me preguntaba si lo había mandado al número correcto. Con tono superior le respondí que “por supuesto, estaba harta de mandar estos mensajes”, cuando en ese momento (bip, bip) me llegó un mensaje. Cual fue mi sorpresa al abrirlo y leer:
“Hola cariño dime como te llamas cuantos años tienes que te apetece hacer ahora mismo ehh”
Pegué un respingo. Ostia! Sí que se ha estropeado el servicio pensé, convencida aún de que lo había enviado correctamente. Evidentemente no podía estar más equivocada. Los números habían bailado y en vez de mandar el mensaje al 7998, lo mandé al 7889. Y tuve la suerte de conectarme a un chat porno. Hay que joderse, con la cantidad de politonos q hay, yo tuve que marcar el guarro. Hubiera preferido el conejito ese que canta la canción ñoña en la tele.
Pensando que ya había terminado, me metí en la sala del cine y apagué el móvil.
Al salir, al encenderlo, me llevé otro respingo “¡Bip, bip! 1 Mensaje recibido”.
Con dedos temblorosos lo abrí: “Te necesito sabes estoy muy muy humeda”
Agggggg. Casi se me cae el móvil al suelo.
Dos cosas me han quedado claras: no me gustan las mujeres y esta gente tiene un problema con los signos de puntuación.
Con el asombro todavía en el cuerpo he encendido el móvil esta mañana.
Bip, bip!! 1 Mensaje recibido.
¡Mierda!
Uf, menos mal. Era el Far.
De la otra, de momento, no he vuelto a tener noticias. Quizás se haya cansado de mi indiferencia. Y eso en la relaciones cortas e intensas... molesta mucho.
Cómo pasar una tarde entre amigos o Taller de Repostería en la Cocina de
las Maravillas
-
Parece que merendar es de niños. ¡Pues no! Merendar es de todos los que les
suenan las tripas a partir de las 17 de la tarde. Y eso reivindicamos en el
últ...