A mi vida de empleada. Cuento los días para las siguientes minivacaciones y eso no me gusta.
¿Pasaré mucho tiempo aquí encerrada?
Espero que se produzca algún movimiento pronto. Espero. Desespero.
Sobre Munich: sólo nos llovión el primer día.
El resto... nevó. Q frío, oye. Pero que bonito, todo es cuqui allí, las cafeterias, los centro comerciales... Todo, excepto los escaparates de las tiendas de ropa que son un tanto "casposillos", no se porqué la verdad.
Los alemanes deben de estar locos: con ese frío estaban ya tomando helados sentados en terrazas.
Conseguí hablar en tres o cuatro idiomas a la vez: inglés, alemán, italiano y español. ¡Soy multilingue y yo sin saberlo!
Conseguí relajarme (dormi como un lirón, siguiendo mi tónica actual) y olvidar el curro... pero a la vuelta... ¡continua la trepidante aventura de dar citas para el reconocimiento médico! Guau! Me encanta mi trabajo! Y cortarme las venas! Sí!!!! Q superguay!!!
Notición: me apunté a un supergym de la muerte que abrieron casi casi en mi salón (no pq no hay espacio pero vamos...) pero eso es lo cuento más adelante pq tiene miga. ¿Por qué siempre caigo si tengo un cuerpo escultural ya? ¿Por qué? ¿POR QUÉ?
Y también tengo nuevas aventuras de una vida de perro (con Otto): mis padres casi lo tirán por la ventana por plasta; el estomago se le ha debido endurecer porque anteayer se comió 100 gr. de queso y un paquete de puré de patatas en polvo y el tío ni se inmutó! Ese es mi chico! Y lo diré bajito: ya no se hace pis en casa (shhhhh)..
Más cosas de mi apasionante vida: no tengo papel de cocina y no se cómo vivir sin él. Y hoy voy al dentista.
Lo dicho: mi vida está que lo tira. No quepo en mi de gozo y placer.
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